He juntado las palabras de la superficie y las he vuelto a adecuar en tus labios manchados de desamor.
Y yo estoy caminando a tu lado tratando de adecuar las piezas de amor que se han ido evaporando con el tiempo, acomodo trampas a tu hermetismo, que poco a poco se va evaporando.
En la vida comienzas a amar con frenesí, como el sol abrasador que quema la piel, pero el tiempo se encarga de triturar hasta lo corazones más robustos.
El tiempo tiene su magia y es el único que deshace palabras manchadas por el desprecio, palabras que hieren y matan sin clemencia alguna.