Veo a las personas a mi alrededor y percibo que no padecen nada, sólo caminan y hacen lo que tienen que hacer, trabajar, dormir, comer, pero no hay pensamientos más allá de lo que pueden advertir. Por lo tanto, me veo en el espejo y no me complace lo que estoy proyectando, no es lo que espero ver, más allá de este horizonte busco salir de lo que es amedrentado, de lo que todo el mundo hace sin hacer reparo alguno y que es válido, pues cada persona vive como desea vivir. Esperas el amor como una solución posible a tu soledad y no siempre funciona para todos. A veces, es mejor ser un alma solitaria que busca ver más allá del horizonte, donde puedes visualizar lo que buscas y no, lo que todos creen mejor para sí mismos, o en el peor de los casos, lo que les están encaminando, así como a los títeres.