No hay amargura oculta en tu rostro hermoso, sólo existe una verdad y es la única que tú conoces: las lágrimas disfrazadas.
¿Qué ocultas en lo más profundo de tu ser? Una promesa rota por el tiempo, una promesa buscada en tus lóbregos sueños. En lo más abisal de tu ser, sabes que todo se ha esfumado de tu vida como los pétalos blancos que vuelan sin rumbo, entonces, ¿por qué sigues esperando a la felicidad, al llamado amor? No puedes entender el origen de tus lágrimas disfrazadas en ese rostro abúlico.
No mueras en el lecho de tu pesar, esta noche, yo sé que vas a arrancar todo lo existe en tu corazón.
¿Dónde te refugiarás? En esos piélagos de lágrimas, donde un día dejaste ir todo lo que tenías, o en la abandono de tu habitación que espera cada noche para escuchar tu llanto.