Eres el amor andante, ese que busca cada rayo de sol radiante.
Eres como el zafiro tan brillante y precioso que por eso cada amanecer, eres acosado.
Hombre valiente que ha venido del oriente como los bellos jazmines, en ese barco lleno de ilusiones y esperanza, por eso desde que te vi yo no siento desesperanza, pero si alabanza.
Hombre de ojos negros no me asesines con tu mirada y mejor no dejes que te adulen.
Con una rosa entre tus manos, apuestas a todos los halagos y te hacen ver como todo un halagador villano.
Tiraré tu rosa en el agua y sólo entonces entenderás que no eres la única rosa que crece en estas jardineras hermosas.
Anda y busca en otros jardines, en el mundo habrá mil esperando a que los asesines.