Esta mañana te vi nuevamente y tu mente seguía alejada mientras las mariposas negras revoloteando a tu alrededor, padeces una especie de enfermedad. No te imputo nada, y no juzgo, sólo quiero marchar de tu lado, es incierto permanecer más tiempo junto a ti, y tus celos no dejan de revolotear. Esta vez no volveré y el tiempo, sé que se va a encargar de sanar a tus infames y negros pensamientos que revolotean en tu cabeza. No quiero y no debo sentir furor, a veces la mejor medicina es rechazar todo a nuestro alrededor y sólo entonces con el paso de los años voy a sanar también mis heridas, después de todo sigo mirando tu rostro tratando de entender que sucedió contigo, las lágrimas comienzan a caer de tus ojos negros puede que a modo de chantaje porque sabes que esta vez no me voy a quedar, marcharé con la lluvia que ha comenzado a caer.