Oh baby envuélveme en mi sueño. Nunca te irás de mi lado que la noche ha llegado para quedarse también con tu evocación y mañana no sabemos si viviremos. Tus ojos son tan rutilantes como las estrellas, los míos simplemente siguen moribundos en mis sueños forjados. La luna llena alumbra mi habitación, despierto y admiro el cielo bonancible. A lo lejos escucho murmullos de los coches pasar. El crepitar de los coches avanzar a lugares desconocidos que quiero explorar volando en mis sueños. Quizá en mis oídos es lo más cercano a mi niñez y a mis deseos. Deseos que con el paso del tiempo no he olvidado.