Tu alma se desnuda cuando cae la noche, sin nadie que te de su corazón delicado y una melodía dulce a tu oído. En esa posición cada uno decide arraigarse o levantarse con las rodillas aniquiladas y seguir avante. Llega el momento en el que las heridas pasan a convertirse en metal hermético sin nada que lo derribe. Quedarte abrumado en tus propias heridas y esperar a que sigan creciendo con el paso de los años es otra opción, incluso hay seres que pueden contraer cáncer de alma. Cada uno podemos ser esclavo y sayón propio sin utilizar un antídoto, aunque también es verdad que ni todos tienen o tenemos la dicha de contar con un corazón delicado que arrope nuestra alma tendida en un lecho de espinas dispuestas a todo.
❤
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