Recuerdo tu amor en cada espacio que conforma mi alma,
una tarde llegaste como el viento
y una mañana te fuiste con el viento.
Tus ojos me decían que te ibas de mi lado,
no hacía falta, que me lo dijeras,
era obvio.
Lo primero que vino a mi mente fueron los recuerdos que tenía de ti:
La tarde que te conocí en la escuela de artes, tú me mirabas
y yo sólo permanecí nerviosa.
Ahora me arrepiento de haber
encontrado tu mirada en mi camino, sólo sembraste dolor
en mi corazón, un dolor agudo que no quiero dejar ir,
a veces sueño
que te vuelvo a ver, pero al tratar de tocar tu rostro te desvaneces
como el humo,
carajo mis sueños no son distintos a mi realidad.